domingo, 17 de enero de 2016

Oaxaca “El imperio de la fortuna”

Por El Justiciero Clandestino.
 

El imperio de la fortuna es una adaptación cinematográfica de Arturo Ripstein de la novela “El Gallo de Oro” del Escritor Mexicano Juan Rulfo en y que a pesar de ser una segunda versión sobre el tema se ajusta con mas fidelidad al texto rulfiano.


Narra la historia de un individuo (Dionicio Pinzón) lisiado y hundido en la miseria gracias a la suerte pero sobretodo a las fullerías y mañas del mundo de las peleas de gallos, alcanza una riqueza inimaginable aunque nunca conjura la sombra de la desgracia.



Muchos políticos en México encarnan con fidelidad escalofriante al personaje de Rulfo provenientes de la estrechez  y la desventura, aprenden las marrullerías y tretas que les permiten ascender en el andamiaje del sistema político mexicano.



Tal es el caso de Nelson Murat, destacado porro de la facultad de Derecho de la UNAM, alérgico a la cultura y a la lectura pero aún así ganador del gran premio de los 64 mil pesos de Pedro Ferríz, con quien casualmente trabajaba su primo Karim.


Campeón juvenil de ingesta de vodka en la ciudad de Varsovia en la década de los 70´s, donde también apostó que no pagaría  la cuenta  y que tampoco lo detendría la policía ni el temible ejercito rojo, Charoleando al grito de “Soy diputado del PRI cabrones."  ¡Y todos Ustedes van a perder su chamba!





Murat no solo aprendió a apostar con audacia, también aprendió a apostar con ventaja, así llegó a la gubernatura de Oaxaca estirando la liga y amenazando con romperla como lo había hecho Ricardo Monreal en Zacatecas.











También aprendió que no siempre se gana, en el Senado de la República el grupo Atlacomulco le cerró el paso y no le permitió alcanzar la presidencia de la cámara alta, apostó fuerte por Ulises y por Roberto Madrazo, el primero lo traicionó y el segundo simplemente no llegó.











Dócil, simpático y hasta humilde con los con poderosos pero déspota, grosero  y abusivo con sus colaboradores aprendió a convertir las derrotas en victorias es decir a ganar siempre aún perdiendo.








Es decir cuando el PRI perdió la Presidencia de la Republica, el ganó por que se convirtió en el cacique absoluto y sin contrapeso de Oaxaca, como gobernador  opositor logró presionar para obtener recursos y se negó a rendir cuentas ante nadie.










 



La inminente derrota de Eviel Pérez Magaña ante Gabino Cué hace casi seis años, le permitió a Murat  “venderle” al entonces presidente Felipe Calderón su apoyo para inclinar  la balanza a favor de la alianza opositora.







Gracias a ello, Murat no solo recibió recursos del panista Calderón para hacer perder al PRI, también logro la reconciliación con Gabino Cue, recibió posiciones para sus lugartenientes en el gobierno estatal, como es el caso de German Espinoza en el COBAO, y la colocación de todos los delegados Federales con el beneplácito de Jorge “El coco” Castillo.





 


¿Entonces por que apuesta hoy tan fuerte en la sucesión de Oaxaca? Pues simplemente por que no tiene nada que perder, o mejor dicho por que sabe que puede obtener grandes beneficios de la derrota.







En el mejor de los escenarios el joven Alejandro Murat será postulado por el PRI como candidato de unidad, avasallará en la jornada electoral, nadie impugnará su falta elegibilidad y gobernará seis años, sin sobresaltos a uno de los estados mas empobrecidos del país.








En el peor de los escenarios simplemente no es postulado y habría renunciado a un cargo privilegiado en la administración del Peña Nieto para ¿nada? Claro que siempre tendrá la Notaria Pública.

Pero no solo eso, también podrá buscar alguna posición de consolación por la injusta marginación y tal vez la promesa de ser postulado en el futuro al Senado y ¿por que no?, a la misma gubernatura, dentro de seis años ya sin impedimentos constitucionales.









Pero Murat el viejo, claro que va a vender cara la derrota de su cachorro! de entrada obtiene el derecho de vetar aspirantes, con ello destripa a Eviel Pérez candidato de Ulises Ruiz, además se coloca en una posición de ventaja ante el piñatazo de candidaturas  para diputaciones locales y presidencias municipales para mantener a sus secuaces en la estructura gubernamental.





También asegura que cualquiera que sea  el abanderado del PRI al gobierno de Oaxaca tendrá que negociar con él las posiciones de la administración estatal , reservándose  por supuesto las mas lucrativas (Finanzas, Salud, Educación) ¡que regresen Bailiz, Díaz Pimentel y el Tunco Trejo! (pero lo que se llevaron).




Así pues Murat no pierde, Ulises no pierde, Diódoro no pierde, Gabino Cue esta perdido, pero desagraciadamente los que parecen condenados a seguir perdiendo son los oaxaqueños.



Pero esa es solamente mi pesimista opinión, siempre hay posibilidad de que predomine el “Imperio de la Fortuna”, en tanto como siempre, agradezco sus comentarios a través de las redes sociales: